
Esta es sin duda la mejor época del año en Oslo, es increíble ver como cambia la ciudad en cuanto empieza a salir el sol. Los Noruegos acostumbrados al frío, saben aprovechar como nadie los días de calor. Las terrazas del centro y sobretodo las de Aker Brygge se abarrotan de gente almorzando o tomando unas cervezas y es casi imposible encontrar mesa, incluso hay que hacer cola para poder coger una. En los parques de la ciudad, como en Frognerparken o en el Slottsparken los noruegos se ponen sus trajes de baño, toman el sol y hacen las barbacoas con los enganggrills. En esta ciudad tan tranquila, sin tráfico y sin estrés, pensar en tener este sol mas a menudo seria la leche :).
Al estar situado en estas latitudes, durante el verano la puesta de sol es mucho mas tarde y nunca llegas a ver el cielo totalmente oscuro como España. Lo malo es que si estás acostumbrado a despertarte con luz del sol, como aquí no se usan mucho las persianas, amanece mucho antes y te costará al principio aguantar dormido hasta una hora prudencial. Recuerdo alguna visita que en pocos días no consiguió acostumbrarse.
Una de mis recomendaciones si vienes a Oslo en verano, es visitar las islas del fiordo. En apenas 15 minutos te lleva el ferry, que tiene rutas regulares durante el verano. Puedes visitar varias de las islas, para el resto necesitas tener tu propio barco, que no es mi caso todavía. La principal, aun no siendo muy grande, es la isla de Hovedøya. Allí puedes ir a la playa o hacer una pequeña excursión a las ruinas del monasterio. Ojo, que puede haber incluso colas para ir los días más calurosos del verano.
Aunque donde esta fiesta es realmente popular es en Suecia, hoy he celebrado Sankthansaften , el solsticio de verano, haciendo una barbacoa con algunos amigos en el Slottsparken, el parque del palacio, aunque la noche más corta creo que era la del domingo. Hoy por la noche también se celebra la noche de San Juan y hacen las hogueras al lado del mar.